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Santa Gracia  nace en homenaje al trabajo y pasión de una familia antioqueña, dedicada a los restaurantes y bares, y que encuentra en este nuevo concepto de negocio la oportunidad de preservar en el tiempo las costumbres propias de la cocina colombiana y lo que a su alrededor se desenvuelve como una  fresca conversación o un buen rato de risas y tragos.


Santa Gracia Restaurante Bar es un espacio para compartir sabores y olores de nuestra tierra, momentos de nuestra gente, colores de nuestra patria y los sonidos que mueven nuestro espíritu en lo mágico de Colombia.


Santa Gracia no solo encierra los mejores momentos de nuestra gente, si no todo el espíritu de emprendimiento que caracteriza como una raza pujante a todos nuestros paisanos.
No solo brindamos un espacio agradable a todos nuestros clientes, si no un sitio donde recordemos que nuestras familias y sus costumbres son todo por lo que hoy en día luchamos y nos hace felices.

 

El recuerdo y el futuro se conjugan en una sola palabra para disfrutar el momento presente que vivimos con pasión…..SANTA GRACIA.

ACERCA DE NOSOTROS

 

DE DONDE VENIMOS Y PA DONDE VAMOS
 

Santa gracia restaurante bar es el resultado de más de 50 años de experiencia en el mundo de los restaurantes y bares, que un día comenzó Julio Deogracias Cortes Rivera  junto a su esposa María Graciela Medina Jaramillo, los cuales entregaron no solo en su sangre si no en años de enseñanzas, la pasión, la entrega y todo el conocimiento necesario para que sus hijos continuaran este legado en este homenaje que es Santa Gracia.

 

Biografía comercial de Julio Deogracias  y María Graciela

El 15 de enero de 1959 viaje del municipio de tarso en el suroeste antioqueño, hacia la ciudad de Medellín, invitado por una pariente (Rosa Vélez Cortes), quien prometió ayudarme a conseguir  empleo en una empresa, y así fue como a los 15 días comencé a trabajar en TEJIDOS TELARAÑA por espacio de 4 años.

Ya con tres meses de casado con mi esposa María Graciela Medina Jaramillo, recibo una carta de terminación de contrato el día 15 de abril del 64’, mismo día en el cual llega una gran sorpresa…. Iba a ser papá.

Por algunos días toque puertas para volverme a emplear, pero no fue posible, por lo que tome la decisión de vender frutas y legumbres en la plaza de Cisneros (anterior a la plaza de mercado). Con mucho esfuerzo trabaje 4 meses  por que la inversión era muy poca y no me alcanzaba. Luego me fui para Pereira donde marco tulio medina (hermano de mi esposa), y montamos un puesto de frijol, arroz y panela en un mercado libre; alli comencé a aprender lo que era el comercio, gracias a dios y a mi cuñado que tenia la experiencia.

El 16 de enero de 1965 nació nuestro primer hijo en el barrio cuba de Pereira, Edgar Cortes Medina, quien nos alegro el alma para continuar la lucha con más verraquera. Dios nos ilumino el camino de regreso a Medellín y gracias a mi suegra, una mujer de increíbles sentimientos, tuvimos un techo donde quedarnos ya que nos recibió en su casa; un buen apoyo para mirar con tranquilidad el camino que había que continuar.

Mi dinero para comenzar a trabajar eran 150 pesos después de mucho rebuscar, y el 10 de enero de 1966 dentro de un bar llamado el BAR SOBERANO, ubicado en calibio con palace, comencé mi primer servicio de restaurante en un pequeño salón de 4 mesas y un cuartico de 1.50 x3.00 metros donde estaba acondicionada una cocina, que en ese tiempo eran al carbón. Tome el local acondicionado con el arriendo, mesas y vajilla a 20 pesos diarios. Comencé con empleada especializada en comida paisa, vendíamos bandeja con carne y huevo a 4 pesos, sancocho con pesuña (punta carnuda) a 3.5 pesos y con carne a 3 pesos. El primer día vendí 40 pesos el segundo 70 pesos y así fuimos sumando y a los dos meses ya vendía 250 pesos diarios. Al ver que vendía bien a los 4 meses me subieron el arriendo, pero para tenerlo estable le compre la losa al dueño del local en 500 pesos y seguí pagando los mismos 20 pesos diarios.

Pasado un año, había un restaurante dentro de un salón de billares, RESTAURANTE EL DOLLAR, me lo ofrecieron en 750 pesos y en medio de unos aguardientes logre comprarlo en 500 pesos. No tenia plata porque había acabado de pagar el otro restaurante, pero un buen amigo me los presto al 2%; la deuda no duro mucho porque vendí el restaurante a los 5 días en 800 pesos, pague el préstamo y me gane 300 que se fueron pal banco popular, y así fui echando pelitos como decimos los paisas.

El negocio fue creciendo pero por falta de orientación y las amistades que tenía como comisionistas, las cuales eran clientes del bar soberano, me llevaron a un comprador del restaurante soberano y lo vendí en 4500 pesos. Descanse cerca de 8 días, luego en Junín con amador compre una salsamentaría, LA MIRAFLORES, de la cual no tengo buenos recuerdos para contar porque todo fue un fracaso y lo perdí todo, menos los créditos y alguien que nunca me ha dejado, DIOS.

Un amigo había comprado por intermedio mío un restaurante dentro del bar BELLO BAR, ubicado en pichincha con Tenerife, y por causas que por respeto a mi amigo no debo contar, le compre el restaurante y como siempre me toco prestar pagarle a mi amigo Javier quien ya se fue de este mundo.

Seguí en mi lucha con resultados muy positivos, porque gracias a DIOS, dos años después entre aguardientes y amistades, con 5000 pesos en el bolsillo, compre mi primera casa por 75000 pesos, la cual debía pagar en dos cuotas y  gracias a Jesús y mi maestro dios, la pague en solo 6 meses. Me preguntaran como lo hice?, en esta época vendía 8000 pesos diarios y los repartía, 4000 para mercar y 4000 los guardaba hasta que alcance la meta que me había trazado. Además que ya teníamos a nuestro segundo hijo Giovanny Alberto Cortés Medina, quien nos trajo excelente suerte.

En BELLO BAR, con dios y mi verraquera, siempre mirando adelante, tuve muchas oportunidades. Fui proveedor de la panadería Medellín, suministrándole almuerzos para sus empleados.

Luego compre una salsamentaría llamada Popeye, que por muchos años desconocí lo que le gustaba a este personaje la espinaca. Como no me dio resultado Popeye, forme una sociedad con un amigo (Alirio Parra), y montamos una heladería llamada LUCITANIA, nombre de un barco trasatlántico muy famoso que naufrago, pero la heladería no afortunadamente.

Llego nuestro tercer hijo Bladimir Cortes Medina, otro regalo de dios y que también vino con muy buenas energías.  Pa completar llega un cuarto hijo, Gabriel Jaime Cortes Medina, otra bendición. Que riqueza en nuestro hogar.

Por la gracia de dios he tenido la fortuna de tener una matrona por esposa, que mientras yo trabajaba ella los criaba con todo su amor y temple, y por ella salieron adelante y hoy son nuestra mano derecha y unos grandes profesionales; a DIOS gracias.

Continuo con mi historia; por inconvenientes en la sociedad de la heladería toco venderla, y por inconvenientes con el propietario del bar BELLO BAR,  me pidió el área que yo ocupaba dentro de su local. Pero aprendí a mirar siempre adelante, busque por la avenida Colombia por salamina y encontré una salsamentaría que se llamaba gran star o gran estrella, pero por sano y falta de información me estrelle, pues 5 días después me di cuenta que había un ensanche de la obra 276 y alli puse en riesgo 55000 pesitos en 1979. Pero he sido como el grillo, con una pata reventada y con la otra saltando; aguante 6 meses y me traslade a salamina con  Colombia. Ya respire distinto, era un local más agradable y le cambie el nombre por RESTAURANTE LA CUCHARA. Aquí hubo muy buenos logros, unas relaciones sociales espectaculares, y unas relaciones públicas un poco costosas pero se convirtieron en una inversión increíble. Logre contratos con varias compañías constructoras como conconcreto – AIA – pórtico – proyectos y construcciones y otras más. Vendía comida para trabajadores de obras, recorría todo el sector de el poblado en las construcciones, en ese tiempo todo eran casas fincas muy bonitas. Luego de 12 años, los contratos se fueron terminando y el negocio bajo en ventas, además la inseguridad  de la época era mucha debido a pablo escobar,  y los atracos eran muchos; todo esto fue agotando la actividad de los comerciantes.

Después de todo esto hice un cambio muy brusco, compre un taxi por cambiar de trabajo y descansar un poco. Dure 35 meses y fue la experiencia más grande de mi vida por que conocí y aprendí que el dinero hay que saberlo manejar, y que hay personas profesionales que pueden ayudar a potenciar en lo que uno está encaminado que eran los restaurantes. Yo en mi desespero rogué a dios que me permitiera regresar al mundo de los restaurantes, y así fue como vendí el taxi y en medio de mi búsqueda llegue al c.c MONTERREY (Gran Centro Comercial), y con el apoyo de mis dos hijos mayores compre el restaurante bar arepas uno a, el 1 de junio de 2000.

“Darte gracias dios por conocerte? Más que eso, si contigo no solo paso buenísimo si no que me enseñas muchas cosas y aprendo a ver.”

Y aprendo a ver que la vida hay que vivirla con inteligencia, hay que estudiar para tener la capacidad mental de resolver los inconvenientes que se presentan, y nunca decir no puedo porque si se puede y así se alcanzan los triunfos.

El señor de la misericordia me concedió la gracia de comenzar a comerciar ese jueves primero de junio de a las 6 de la tarde y hasta las 9 de la noche, donde vendí $200.000 pesos. Imagínense que felicidad después de realizar $50.000 pesos en un día de taxi, la diferencia fue grandísima.

Me alivie completamente y los ánimos volvieron, crecieron las ventas; vinieron muchos logros nuevos negocios como el Restaurante Prizzato, compre el local de arepas uno a y hoy por la gracia de dios, arepas uno a en acción de gracias por la inspiración de mi hijo menor Gabriel Jaime y mi segundo hijo Giovanni Alberto le daremos el nombre de SANTA GRACIA.

Ya comencé mi jubilación hace tres años y doy gracias a dios y a mis hijos que continúan manejándolo con mucho éxito y orgullo, quien no recibe bendiciones con este nombre (Julio Deogracias Cortes Rivera).

A mis queridos clientes y amigos, quiero darles las gracias por ese apoyo que me dieron en cada una de sus compras y a mis empleados que me acompañaron con sus servicios.

Queridos clientes, ustedes seguirán siendo muy bien atendidos por mis hijos que siguen mis pasos con la bendición de dios, y que siempre lograran el éxito.

 

 

Cronología de negocios

 

Restaurante soberano                                          10 enero 1966.

Restaurante dollar                                                    agosto 1968.

Restaurante Miraflores                                                 junio 1970.

Casino de la gerencia del ferrocarril de Antioquia      enero 1971.

Restaurante bello bar                                                marzo 1972.

Salsamentaría Popeye                                                  julio 1973.

Heladería lucitania                                                       mayo 1974.

Salsamentaría gran star                                            marzo 1979.

Restaurante la cuchara                                                 julio 1979.

Arepas uno a                                                        1 de junio 2000.

Santa Gracia Restaurante Bar                      15 de junio de 2012.

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